Al Chino le sobra confianza ante el ucraniano. "No me pasa por la cabeza que pueda perder".
Marcos Maidana da perfecto el perfil de asesino silencioso. Ningún experto en marketing daría dos mangos por ese morocho de ojos razgados, unos 20 tatuajes tumberos y paso tranquilísimo al que hay que sacarle las palabras con tirabuzón. No porta peinados extravagantes, ropa de marca o una colección de señoritas de book. Cuando abre la boca no vomita maldiciones a sus víctimas. Pero su mirada firme banca las palabras seguras que sabe revalidarlas con los guantes puestos en el ring. En los puños tiene la verdad del boxeo, el nocaut de una sola mano, la sustancia que embriaga multitudes. "Voy a ser campeón mundial", dice el Chino. A los 25 años, con cuatro temporadas y media de profesional, no le tiembla la voz para prometer el éxito. "Cuando le pegue a Kotelnik no me va a aguantar la mano", augura.
Ayer, el Chino llevó su ilusión rumbo a la ciudad alemana de Rostock, en donde el sábado próximo el invicto santafesino (25-0, 24ko) se enfrentará con el campeón, el ucraniano Andrei Kotelnik, quien expondrá por tercera vez la corona AMB superligero.
-Casi, casi, sos local en Alemania...
-Sí, je. Por el acuerdo con la empresa Universum ya peleamos allá cinco veces. Pero mi lugar es Santa Fe. Colón, Los Palmeras, mi nene Marcos Nahuel Daniel, eso es lo mío... Voy a volver a casa con el cinturón de campeón.
-¿Por qué tenés tanto optimismo?
-Porque hace dos años que me vengo preparando para esta pelea. Porque llevo más de dos meses sin descanso trabajando en la sede de Atilra de Córdoba y no tuve ni Navidad ni Año Nuevo. Porque sé que cuando pego, en mi peso no hay en todo el mundo alguien que me aguante.
-¿Con cuál pegás más?
-Con las dos. No tengo un golpe favorito. Puede ser el gancho abajo o el cross.
-¿No hay forma de que Kotelnik te gane?
-No veo cómo. Lo tengo bien estudiado. Es un poquito más bajo que yo. Tiene técnica pero no es demasiado veloz. Y sus manos no tienen mucha potencia. Va a tratar de caminar, pero voy a salir a cerrarle y a meterle vigor. No va a poder pararme.
-¿Qué va a pasar si no metés rápido la mano?
-Nada, sé que tengo fondo suficiente para ir 12 rounds palo y palo. No se me pasa por la cabeza perder. Es la pelea de mi vida.
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